Tendencia: la moda de las bodas temáticas

Organizar tu evento más memorable alrededor de una temática concreta puede simplificaros mucho las cosas y además se convertirá en un plus para vuestros invitados, que también podrán verse implicados en la celebración si les pedís que lleven un dress code acorde al concepto que elijáis. Aquí tenéis algunas ideas, pero tened en cuenta que a la hora de definir vuestra boda temática lo principal es que ésta os represente. A partir de ahí ya podéis echar mano de todo vuestro ingenio e imaginación para conseguir que la gran celebración de vuestras vidas sea inolvidable para todos, empezando, por supuesto, por vosotros mismos.

La boda romántica: Todo un clásico que se puede elevar a la máxima potencia. Para la celebración elegid un lugar con jardines frondosos que podréis decorar también con arcos de flores.

Cerca de Madrid tenéis opciones muy interesantes, como la finca La Gaivota o La Antigua Fábrica de Harinas.

En Segovia una buena opción puede ser la finca Las Margas. Y si preferís un verdadero oasis cerca del mar, echad un vistazo a Finca La Concepción, en Marbella.

En cuanto al vestido de la novia, que siempre será el foco de atención, debería ser tipo evasé, imperio o princesa, con mucha gasa, organza o encaje. Para la decoración apostad por tonos pastel, con primacía de colores rosas y blancos.

La decoración floral será también muy importante, lo ideal es que predominen las rosas y peonías. Podéis darle también al ambiente un toque rococó francés para que el espacio tenga un aire más elegante y sofisticado.

Para llegar al evento no olvidéis que el coche también debe encajar en vuestra temática. El Hurtan Author descapotable que podéis encontrar en VeryVip Cars en tonos beige es una de las opciones perfectas para que lleguéis al lugar de la celebración como unos verdaderos príncipes de cuento. 

Y, por supuesto, preparad también ese primer baile que recordaréis para siempre. Un cuarteto de cuerda es la opción ideal para una pareja romántica.

La boda medieval: Una opción divertida para los amantes de la estética medieval, que cada vez gana más adeptos tras el éxito de series tan famosas como Juego de Tronos.

Podéis empezar por enviar una invitación lacrada escrita en letras góticas con la que seguro empezaréis a crear expectación. Para recrear una celebración medieval lo más importante será elegir el espacio adecuado.

En nuestro país no faltan los castillos, las abadías o los conventos reconvertidos en lugares de celebración que mantienen todo su encanto medieval. En algunos de ellos podréis celebrar también la ceremonia. Algunas opciones pueden ser El Castillo de La Arguijuela, en Cáceres; el Castillo de Almodóvar, en Córdoba; o el Castillo de Belmonte, en Cuenca. Y para llegar a vuestro castillo particular nada mejor que hacer vuestra aparición estelar montados a caballo.

En cuanto a la decoración, el mismo espacio ya os solucionará parte de la decoración, que debería ser sobria, con predominio de colores oscuros, como el burdeos o el marrón. Tapices en las paredes, escudos, espadas y armaduras serán un must. En las mesas, que deben ser de madera, grandes y largas, no pueden faltar los candelabros, y no dudéis en colocar muchas velas por todas partes (aunque siempre teniendo en cuenta la seguridad). Si es posible, nada de luz eléctrica.

La decoración floral debe ser sutil, mejor utilizar musgo y plantas silvestres sencillas. Para la cubertería elegid porcelana antigua y copas de bronce. Durante el banquete no dudéis en echar mano de artistas que sean capaces de transformarse en juglares, bufones, malabaristas o trovadores. También los camareros deberán ir vestidos adecuadamente para la ocasión.

Para vuestro traje podéis recurrir a un buen sastre que os haga uno a medida siguiendo todas vuestras indicaciones. Aunque si no os importa la exclusividad, ni queréis conservarlo para la posteridad, también podéis alquilar un traje medieval en tiendas especializadas.

Y si conseguís además que vuestros invitados elijan un atuendo propio del siglo XII, la experiencia será mucho más auténtica y divertida para todos.

La boda marinera: Para los amantes del mar celebrar una boda en la playa y continuar después la celebración en algún espacio acondicionado con decoración marinera puede resultar una opción muy original.

Una de las mejores ideas es celebrar el evento en un barco, porque supondrá una experiencia totalmente diferente para vuestros invitados. Si no vivís cerca del mar y mover a todos los invitados a algún lugar costero no es una opción, podéis buscar alguna finca que incluya en sus jardines cascadas o río.

Algunas opciones son la Finca Feligrés o la Finca Miravalle, en los alrededores de Madrid. El dress code para vuestros invitados, no hace falta decirlo, deberá ser blanco y azul.

Para la novia un vestido más informal, estilo boho será perfecto. Los vestidos de este estilo de la firma Yolancris, cuyos modelos tienen una inspiración muy ibicenca, son ideales. Para el novio, un traje de lino en color blanco será lo más adecuado.

El menú, por supuesto, debería centrarse en platos de pescado y marisco. Y en cuanto al detalle para vuestros invitados buscad regalos acordes con la temática, como una estrella de mar, una brújula o unas sales de baño.

Para la decoración del espacio utilizad redes, nudos marineros, anclas… Incluso podéis alquilar un acuario gigante a medida que seguro que se convertirá en un bonito foco de atención.

La boda musical: Si lo que os apasiona es la música, ¿por qué no hacer que sea el centro de la celebración? Una idea muy divertida puede ser recrear un festival de música. En vez de enviar invitaciones clásicas a vuestros invitados podéis enviarles una pulsera al más puro estilo festivalero.

Necesitaréis un espacio amplio en el que podáis incluir al menos tres escenarios diferentes. Uno puede estar en interior y otros dos en los jardines. En cada uno de ellos tendréis que ofrecer grupos en directo o un Dj diferente.

Para vuestro vestuario, podéis recurrir al estilo Las Vegas y convertiros en Elvis Presley y Madonna, o en quienquiera que sea vuestro artista favorito. Por supuesto, no podrá faltar un karaoke, y si el espacio lo permite no dudéis en incluir también foodtrucks e incluso baños portátiles, para que no falte de nada en vuestro festival particular.

El menú puede estar escrito sobre una partitura y en la mesa podéis añadir detalles como platos en forma de vinilo. Para regalar a vuestros invitados probad con un CD con vuestra playlist favorita. Y para que se diviertan a lo grande no olvidéis un photocall temático y mucho atrezzo, para que puedan hacerse fotos caracterizados como verdaderas estrellas del rock.

Para llegar al evento, nada mejor que un lujoso deportivo, como el nuevo Hurtan Grand Albaycín, que además, entre sus muchos extras, incluye también playlist personalizada. 

La boda de película: Quizás vuestra historia de amor comenzó en un cine. O puede que seáis dos cinéfilos empedernidos, o que seáis muy fans de una película concreta. Sea como sea, si os decidís por esta opción tendréis que fijaros muy bien en los detalles para que la inspiración quede clara desde el primer momento.

Si, por ejemplo, sois fans de El Padrino, ya sabéis que los años 40 deben ser vuestra inspiración. Son años de puro glamour, y por tanto la novia podrá elegir un peinado con ondas y un vestido sirena al más puro estilo ‘femme fatale hollywoodiense’. El novio acertará seguro si elige un frac o un smoking, que además le aportará un aire muy elegante.

Será importante que todos los invitados tengan muy presente el dress code a la hora de elegir su vestuario, así conseguiréis que parezca realmente una boda vintage.

El lugar elegido para la celebración debe respirar ese aire toscano inconfundible, y tendrá que contar con espacios verdes que se pueden adornar con carpas llenas de luces.

El menú también puede hacer un guiño al origen italiano de los protagonistas de la película. Para el photocall podéis recrear un pequeño plató con varias cámaras antiguas, la silla del director, luces, y mucho atrezzo de los años 40.

Y en la elección del coche no podéis fallar: el Hurtan Author Berlina es un coche inspirado en las décadas de los años 30 y 40 y podría haber sido perfectamente el coche de aquellos peligrosos gánsters que desafiaban la ley seca.

La boda viajera: Es posible que vuestra mayor pasión sea viajar, y que ya hayáis compartido grandes momentos juntos descubriendo diferentes ciudades y países. Convertir esa pasión en el eje temático de vuestra boda también es posible.

Y siendo una boda viajera, ¿qué tal si la celebráis en otra ciudad? Es lo que se conoce como “boda destino”. Puede ser un poco arriesgado pretender mover a familiares y amigos, pero si os conocen sabrán de vuestra pasión y querrán acompañaros allá donde decidáis celebrar vuestra unión.

Lo ideal, si vuestro presupuesto lo permite, es que tanto el viaje como el alojamiento de vuestros invitados corra de vuestra cuenta. Si vivís en Madrid o alrededores, y no queréis iros muy lejos, una buena opción puede ser celebrar el banquete en el Salón Mirador del Mirador de Cuatro Vientos, un restaurante con vistas a las pistas de aterrizaje del aeropuerto de Cuatro Vientos.

Pero antes de que llegue este día, debéis empezar por enviar a los invitados una original invitación que puede ser por ejemplo una tarjeta de embarque, lo que ya les va a dejar claro de qué va a ir la celebración.

Una buena idea puede ser también diseñar una página web sencilla donde los invitados podrán hacer el check in. Será un modo divertido de que os confirmen la asistencia a vuestra boda.

En el lugar de celebración decorad el espacio con maletas, mapas, brújulas, bolas del mundo, montones de postales, incluso pequeñas maquetas o fotos de monumentos famosos.

Para el seatting plan podéis recurrir a un mapa en el que cada mesa será una ciudad diferente. En cuanto al menú, lo ideal es que tengáis varias opciones, por ejemplo: comida asiática, comida mediterránea y comida americana. Podéis indicar los platos de cada menú en un folleto que simule una guía de viaje. Si optáis por una orquesta, comentadles lo de la temática viajera y elegid canciones que evoquen distintos lugares del mundo.